Al terminar las clases, todos salieron del lugar. Aubrey iba hablando con Bloom hasta que fueron interrumpidas por Terra.

—Hay que prepararse para la fiesta de orientación —dijo la ojiverde.

—¿Qué es eso? —Preguntaron Aubrey y Bloom a la vez, haciendolas reír.

—Es donde envían a cada hada, es al lugar que pertenecen —ambas seguían igual de confundidas— mi poder es en base a la naturaleza, entonces iré con las hadas de la tierra, Musa irá con las hadas de la mente y así sucesivamente —dijo sin más.

—Entonces iré con las hadas de fuego, ya que mi poder es el fuego —dijo Bloom y Terra asintió.

—Supongo que yo iré a la neutral, ¿hay de ese tipo? —preguntó.

—Sí, pero muy pocas personas pertenecen ahí —Bree se desanimó un poco— si están ahí es porque son más poderosas que muchas, incluso son especiales, tienen poderes pocos comunes —la menor sonrió, significaba que era especial— bueno, iré a cambiarme, nos vemos.

Una vez que Terra se fué, Aubrey pudo notar como la pelirroja compartía miradas con su hermano, suponía que aparte de ser su nueva mejor amiga, también sería su cuñada.

—Es guapo, ¿no? —preguntó la castaña.

—Mucho, aparte parece ser un buen chico —dijo Bloom— pero si te gusta, puedo apartarme, no hay problema.

—Muchas gracias Bloom, me encantará salir con mi hermano —dijo entre carcajadas.

—¿Es tu hermano? Dios, lo siento —empezó a disculparse rápidamente.

—Tranquila, me agradas como cuñada —observo a Sky que al verla, miró a otro lado— está soltero y es buena persona, tendrás suerte de estar con él, es un chico increíble —halagó con orgullo a su hermano.

—Supongo que lo es, igual apenas nos estamos conociendo, no creo que suceda nada —se defendió la pelirroja.

—Ambos se gustan, es claro —se cruzó de brazos— lo conozco y le gustas, a ti también, vayan despacio pero deben darse una oportunidad —a lo lejos estaba Stella— lo único que tendrás que tener cuidado con ella —señaló a la rubia— es la ex de mi hermano, dudo que acepte que están juntos, incluso juraría que podría hacerte sentir mal.

—No hay que apresurarnos, ya veremos que ocurre —dijo la pelirroja sin apartar la vista de la rubia— bueno, iré yendo a la fiesta, supongo que quieres arreglarte antes de ir.

—Nomás iría a buscarme una chaqueta, siento que hace algo de frío —se despidió de la pelirroja, yendo directo a su habitación.

Al entrar al cuarto, buscó una chaqueta para luego colocarsela, se colocó algo de perfume antes de salir. En el camino, se encontró con Stella y no pudo evitar quedarse con ella.

—¿Vas a cambiarte? —preguntó la menor y la rubia asintió.

—Ya me vieron con este atuendo, debo colocarme otra cosa —rebuscaba en su armario— aparte esperan que destaque —suspiró, encontrando un vestido.

—No debe importarte lo que el resto crea, Stella —dijo Aubrey sin apartar la mirada de ella— entiendo que eres hija de la reina de Solaria, que eres una princesa y tienes obligaciones, pero aquí eres una hada, una de las mejores y de las más hermosas, no necesitas ser lo que el resto quiera que seas —se acercó, acariciando la mejilla de la rubia— se tú misma, sé que les va a encantar ver tu verdadera personalidad, porque yo la amo.

Una sonrisa apareció en el rostro de la rubia, necesitaba mucho de esas palabras, con su madre no las había tenido, pero Aubrey en tan solo unos minutos, la había hecho sentirse bien, orgullosa de sí misma, la había hecho amarse.

—Ojalá todos tuvieran un corazón tan grande y puro como el tuyo —dijo Stella— a veces quiero renunciar a todo, no tener obligaciones y ser simplemente yo, pero no puedo —refutó ella.

—Puedes serlo, solo debes intentarlo —dijo Aubrey con total confianza en ella— sé que puedes, yo confío en ti.

Stella pareció dudarlo un momento, casi hace lo que Bree le dijo, pero no se encontraba lista aún, no sabría si lo estaría algún día.

—Lo lamento Bree, pero no puedo —se apartó de la menor, comenzando a desvestirse para colocarse el vestido de hace rato.

—Yo...creo que me iré, para dejarte cambiar a gusto y en privado —estaba por salir, pero su mano fue agarrada por la rubia.

—No es necesario, eres mi amiga y no me incómodas —le sonrió.

La menor le dió una sonrisa falsa, el hecho de escuchar como le decía "amiga", ya la había lastimado un poco, pero no la culpaba, ella desde el inicio sabía que entre ambas, solo podría existir una amistad.

—Entonces te esperaré, para que nos vayamos juntas —se sentó en su cama, no podía apartar la mirada de Stella, cualquier cosa le quedaba increíble.

—Ya estoy —habló la mayor— ¿Me veo genial, no? —dió una vuelta enfrente de la chica.

La menor la miró con la boca entreabierta, no podía creer como su hermano había dejado a semejante belleza.

—Te ves hermosa, Stella —dijo una vez que se recuperó, cuando estaba con ella, todo el resto parecía no existir.

—Gracias Bree, tú también lo estás —estiró su mano a la menor— ¿Vamos? No quiero que lleguemos tarde.

Bree tomó la mano de Stella, ambas se dirigieron hasta la fiesta. Todos ya estaban presentes, incluso sus amigas y su hermano. Arrastró a la rubia con ella, fueron hasta donde se encontraban el grupo de amigas.

—¿Por qué hablan sobre decapacitación? —se acercó la menor a ellas, adentrándose a la conversación.

—Estábamos hablando sobre decapitación en ancianos —ambas chicas que apenas llegaban, fruncieron su ceño— encontraron a un viejito decapitado a las afueras de aquí y le decíamos a Terra que hasta donde sabemos, rara vez ocurre eso —aún seguían con el ceño fruncido, aunque ahora también estaban impactadas por lo del hombre— que Terra pensó que murió por ser un simple viejo, pero nosotros le decimos que fue un asesinato.

—Según lo que me dijeron, pienso lo mismo que Aisha y Musa —dijo la castaña mirando a Terra.

—Tal vez, pero entonces significa que corremos peligro —dijo la ojiverde.

—Creo que ningún lugar es completamente seguro —habló Stella.

Todas asintieron y de a poco se fueron disolviendo, Aisha fue la primera en irse, luego Terra al discutir con Musa y por último Stella y Bree se fueron, yendo directamente a hablar con Sky.

—¿Cómo te va tratando la academia? —preguntó su hermano a Aubrey, ignorando a Stella.

—Todos me han tratado bien, solo que siento que no encajo aquí —se cruzó de hombros la menor.

—Date tiempo, ya verás que encajas aquí —le sonrió Sky— por cierto, hola Stella —le saludó amablemente.

—Hola Sky —ella le dió una media sonrisa.

Al ver que el ambiente estaba tenso e incómodo, Aubrey decidió intervenir.

—Bueno, iremos a buscar algo de comer, mucha suerte en la fiesta, hermano —le sonrió acercándose a su mejilla para dejar un beso y aprovechar a susurrarle algo— intenta algo con Bloom, ambos se gustan y harían una pareja increíble.

—Adiós Sky —dijo la rubia.

Él les sonrió mientras veía como ambas se iban de su lado, yendo directamente a una mesa llena de comida.

No tardó mucho hasta que Bloom apareció, comenzando una conversación con él, una que no fue desapercibida por Stella.